miércoles, 2 de febrero de 2011

Anzuelos

Me llamó la atención la forma de asearse, pensé yo,
de esta desafortunada Gaviota Reidora.
Observaba como se escoraba hacia su lado izquierdo
y se rascaba repetidamente el pico con su pata derecha:


Abiertas las fotos en el ordenador, se aclara la terrible y
penosa circunstancia. El pobre animal tiene un sedal que
le sale del interior, indudablemente con el anzuelo en su
garganta.
Con toda probabilidad siguió algún barco e intentó robarle
el pescado de sus artes de pesca.

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