domingo, 24 de enero de 2010

Ardilla roja

Simpático animal, atractivo como ningún otro, favorito de caminantes.
Por suerte en nuestra Península no ha sufrido la mortal competencia (caso de Inglaterra) de la introducida ardilla gris americana más basta y poderosa.

El juvenil tiene tonos más discretos, el pecho blanco y sin penachos.


Más rojiza al norte y más pardo olivácea al sur.
Los llamativos penachos de sus orejas se desarrollan en otoño-invierno.


Su costumbre de lamer gomas y cableados para obtener agua del rocío, le ha creado mala reputación entre jardineros que la culpan de roerlos.
Hace varios nidos para evitar los parásitos, altos (a 7-8 m) junto al tronco.

Se alimenta de piñones,que extrae de las piñas de rabillo a cono final.

1 comentario:

  1. Son preciosas de ver y mas cuando se ven por el entorno de Marina del Este entre pinos (Almuñecar).Cada vez que veo alguna me paro a observarlas.Fotos mui bonitas te doy mi enhorabuena y sigue asi.

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