más abundantes por la mitad Sur de Iberia en invierno.
Para criar, desaparecen de estas latitudes y se desplazan
algo al Norte, pero sin grandes migraciones.
Algo pequeñas de tamaño pero muy llamativas en el campo
por su blanco llamativo y su costumbre de ir en grupo.
Aunque su nombre Garcilla bueyera delata su afición por
acompañar a estos tranquilones, no desdeña cabalgar sobre
caballos, cabras y lo que se presente con tal que le faciliten
el encontrar alimento sin necesidad de caminar mucho...
La menos acuática de las garzas, solo acude al agua para dormir.
Veremos sus rastros de pisadas y picotazos por surcos y prados
herbáceos donde encuentran insectos y pequeños roedores:
A medio día, una vez saciado el apetito descansan en grupos
llamativos captando rayos de sol, junto al cultivo que les dió
Llegado el atardecer, comienza el agrupamiento y traslado
Poco a poco van llegando en pequeños grupos. Cansadas,
Aunque acuden al mismo humedal para dormir, gustan
Lástima que las últimas masivas llegadas ( 1.200 contadas)
sean casi de noche. El espectáculo de todo el borde "nevado"
es una maravilla, pero las fotos no salen por falta de luz.
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