pleno otoño , resulta placentero, maravilloso, imbatible.
El Mare nostrum es el hábitat deseado por seres de otras
latitudes, tanto humanos como animales:
de delfines, atunes en paso, orcas asesinas, cetáceos y por
supuesto autopista de conexión migratoria para las aves.
El sonido de las mamparras faenando frente a la costa me
acompaña de noche penetrando por mi ventana. Al nacer
el día forman este cuadro que casi me quema la lente:
A contraluz y con esta luminosidad maravillosa, me deleito de
ver a los potentes ALCATRACES recién llegados de los fríos
mares del Norte, en camino hacia el banco de pesca sahariano.
Los jóvenes y algunos adultos prefieren darse antes una vuelta
por estas suaves costas y luego retornar al Atlántico:
Impasible, sereno, nostálgico, el tiempo no tiene valor para él,
este sencillo pescador sobre su humildísima barquita rotulada
en el casco EL VIEJO Y EL MAR pesca besuguitos frente a
mí y debajo de las aeronaves mencionadas:
armonía con nuestra Madre Naturaleza. Que lejos de él
quedan el estúpido consumo, los innecesarios lujos...
Sobrevolándolo, pesca también tan solo aquello que él
necesita para alimentarse el CHARRÁN PATINEGRO,
tan fino y elegante , lánzandose al agua en zambullidas
verticales a imitación de los poderosos Alcatraces:
amor por aquello que Dios nos creó y tanto maltratamos.
¡Que bonito nombre para un barco!
ResponderEliminarMe ha recordado a un corto que hicieron basado en la novela, es una auténtica obra de arte. Cada fotograma está pintado con óleo sobre cristal. Una maravilla, puedes verlo en el siguiente link:
http://www.youtube.com/watch?v=xuLsWkDm4QU