viernes, 19 de agosto de 2011

Río Pusa-2


Nunca entendí el campo sin un buen madrugón.
Recuerdo mi infancia, el levantarme antes del
alba para ir a acechar las liebres, a cazar perdiz
con reclamo con mi padre, a cazar gorriones, etc.
En esa educación que me daban aprendí a poco
a poco ir conociendo a los animales y respetarlos.
Bueno, pues bien temprano me levanto y salgo
camino del primer hide que ya tengo preparado.

Antes de llegar para apostarme, me estudia este
gracioso Mochuelillo que trataba de evitar la
luz del coche detrás de la chapa del riego:


Hasta que se hartó y me dijo ahí te quedas :

Sin apenas luz, me enamoro de este diminuto Mito,
avecilla que parece extraída de un árbol de Navidad:

Las más madrugadoras. De siempre oí amaneciendo
en los campos abiertos a la Cogujada montesina.
Sabía que serían de las primeras en llegar:

Pequeño pico, pequeña cresta, pecho rayado:

Tímida y esquiva a más no poder, hay que verla aquí:

Ya había pasado tres veces río arriba-río abajo, este
es su territorio... Se reserva el derecho de admisión.




El pequeño y bellísimo Martín pescador no quiere
a nadie que le haga compañía:

Lanza sus silbidos finos y chirriantes que te penetran
el oído, inconfundibles cuando ya los conoces:

Se zambulle, vuelve a encaramarse, se da otra vuelta
por el río y aquí está de nuevo media hora más tarde:

Algo ha visto, ¡ al agua ! :

Sube la temperatura y claro, a más calor más bichos.

Llega la familia de Urracas dispuestas a todo.
Ruidosas, altaneras, astutas (la "zorra" del aire), no
se fían de nada ni de nadie, observan largos minutos
antes de lanzarse al suelo:

Su nombre científico Pica pica o el Magpie de los
sabiondos ingleses me recuerdan a las fabulas de
niños y de brujas en el bosque...¡ que graciosas !

La matriarca se ha lanzado sola al suelo, camina con
mucha precaución hacia el agua, por si acaso:

Se decide a beber, todo está tranquilo:

Emite un silbido algo musical (¡ podéis bajar niños!):

E inmediatamente se dejan caer " los burracos " de
cuello aún medio pelado por la nuca, delgaditos:

Antes de beber, se mueven y mueven desconfiados
por la orilla hasta encontrar la mejor agua:

Toda la familia se relaja, bebe, nada de baño
como otras aves ¡ impropio de su grandeza !
las reinas no se bañaban, parecen saberlo:

Bueno, pues se marchan sus señorías y aquí que nos
quedamos los vulgares compartiendo sol y sombra
junto al río. La rosada Curruca Carrasqueña más
diminuta y humilde que las arrogantes anteriores se
acerca al agua para beber y darse un bañito:

Estas si que son brutas, hocican para beber metiendo
media cabeza en el agua, parece como si temieran estas
Palomas Torcaces que se les vaya a acabar el agua.
Pues nada, un buen atracón y el pecho con las plumas
todo mojadas para transportarle agua a los pichones:

Los jóvenes (sin collar blanco, sin el "torque" de los
celtíberos), con los mismos modales que sus padres:

Con el buche lleno y la pechuga fresca, a buscar una
buena sombra para sestear, que hace mucha calor:

Calor, calor, ya me iba... Aquí que me despido de mi
querido río hasta mañana, con la tardía visita de este
llamado "gallito" en Andalucía, guapo para reventar:

Quizás algo asustada por los clicks de las fotos, se
alarma la Abubilla y levanta nerviosa la cresta:

Bonita despedida cuando ya me estaba levantando.

4 comentarios:

  1. buena serie las del martin son las que mas gustan le tengo unas ganas un saludo

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  2. Que bueno madrugar y tener de recompensa esas aves.....ademas se ve que tienes mas que estudiado el entorno....muy buena.
    Saludos camperos.

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  3. Tengo cierta debilidad por los mochuelos, bien por el apodo de Daniel "el mochuelo" en el libro "El Camino" de Miguel Delibes, bien porque de niños criamos a tres pollos porque la madre chocó con un coche... (uno se nos murió), Su nido estaba cubierto por unas pequeñas ramas que hacían de techo, y dejaba dos entradas una opuesta a la otra.

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  4. Fereiro: Verás cuando puedas disfrutar del Martín, es un pájaro pequeño, travieso, colorido...
    Campero: En el campo, se vive con la luz natural, en pié al amanecer y a la cama al anochecer como las gallinas.
    Rubén: De niño criaba un mochuelo y se me rompió el tarro donde guardaba escarabajos peloteros para alimentarlo que se distribuyeron por toda la casa cortijo ¿te imaginas a mi madre?
    ¡Saludos, camperos! Me encanta el saludo.

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