las hembras le adoran. Las corteja, las cubre
y luego las abandona al cuidado de sus crías.
¡ Menudo elemento ! Es tan apuesto, que para
no tener que esforzarse en comer cabeza hacia
abajo y culo en pompa (¡que vulgaridad!) como
hacen otros patos nadadores, dispone de ese
soberbio pico que le facilita recoger alimento
sobre el agua sin mucho esfuerzo ¡ que clase !
La hembra, toda discreta le sigue por el agua,
es el precio por enamorarse de un guaperas:
Este desarreglado juvenil que parece recién
levantado sin asearse aún, no tiene chance con
las enamoradizas damas. Habrá que esperar:
Si que es guapo, y que bien fotografiado.
ResponderEliminarSaludos.