de repente, llegando de noche, alrededor del 15 -17
de Octubre, el cambio de luz los ha enviado al Sur.
Este fin de semana disfruté en mis paseos de su clara
e inconfundible forma de volar, de su posicionamiento
en los aleros de los tejados, de sus tchak-tchak-tchak
al mismo tiempo que se agachan y levantan:
Estos animalillos eran propios de roquedos y paredones,
ahora esas superficies han pasado a ser nuestros edificios:
Según mis propias observaciones que quisiera contrastar,
los machos desaparecen porque continúan su migración a
Africa y las hembras se quedan aquí el Otoño-Invierno:
muy difíciles de fotografiar de cerca.
En el Monte hay unos cuantos,lo que no se es si se tirarán aqui el invierno.
ResponderEliminarPor cierto,los tejones de la anterior te están pidiendo...foto-trampeo.
Dales!