Pues aquí tenemos a estos migrantes compulsivos que
no paran de cruzar el Mediterráneo disfrutando de los
inviernos cálidos de Marruecos y sur del Sahára para
luego trasladarse a las costas mediterráneas ibéricas
desde Doñana al Delta del Ebro para reproducirse.
Todavía tienen plumaje invernal rallado de blanco, pero
esa boquera blanca que ya comienza a rodear el inicio
del pico avisa del inminente celo:
De lejos negros, de cerca y con luz apropiada son un
espectáculo cromático de verdes y morados dorados:
Muy sociable siempre lo veremos en pequeños grupos a
no ser un animal débil rezagado de su grupo migratorio;
aquí han aparecido cuatro ejemplares que parecen estar
decididos a tomarse un buen descanso en su viaje desde
Africa a los humedales del Este ibérico:
Increible serie amigo. Saludos desde mi terruño
ResponderEliminarQue maravilla!!
ResponderEliminarEs un ave que me encanta y aún no he podido "afotar".
Saludos.
Muy buena serie de un ave preciosa que todavía no he tenido la suerte de observar.
ResponderEliminarUn saludo!!
Jesús, espectacular serie de esta ave, yo no la tengo aún, ya llegará, son todas preciosa, felicidades. Un abrazo.
ResponderEliminarMuy buenas las fotografías, algunas incluso parecen postales, algo templadas, claro; siempre consideramos a estas aves mediterráneas muy relacionadas con climas suaves y algo calurosos.
ResponderEliminarUn saludo!
Gracias amigos, me flipa que os guste el reportaje.
ResponderEliminarLa verdad es que la Charca de Suárez en Motril se está convirtiendo en un humedal importante de paso y descanso. Se va a ampliar, para compensar la cercanía de los edificios. Está muy bien gestionado ya veis.