Al no ser tan abundante por esta región y ser las
otras tan corrientes pues no suelo diferenciarla:
Su colorido poco oscuro (juveniles), sino más bien
pardo rosáceo lo define como ejemplar adulto.
El hábitat también coincide, paramera rocosa sin
árboles, a cierta altitud.
Quizás me sacó de dudas ver las huellas que dejó al
borde del agua que le delatan: Sus tarsos y sus uñas
traseras tan largas y llamativas por su longitud, una
de las características para distinguirla de las otras:
No es la Cogujada común, más grande, mas color canela
pico más alargado (recto por debajo) y mayor cresta:
Cogujada común
No es la Cogujada montesina, que tiene estrías mas
oscuras y abundantes en el pecho, aunque confunde
por su tamaño similar y el pico también corto:
Cogujada montesina
pues si que es dificil distinguirlas un saludo
ResponderEliminarBuenas fotos.....como siempre suele ayudar el canto. Curioso las huellas en el barro jamas habria pensado diferenciar un ave por las huellas como un mamifero....
ResponderEliminarSaludos.
Hola Camperoinquieto: De toda la vida sabemos donde hay perdices por sus excrementos en los dormideros,donde descansa una lechuza por sus egagrópilas,etc. Si te digo la verdad siempre fuí rastreador, ahora con las cámaras digitales fotógrafo, pero antes no había de eso.Saludos y gracias por tu apreciación.
ResponderEliminarBuenas fotos Jesus,si que es dificil distinguirlas;tamaño,coloración y el pico...pero todo esto se aprecia cuando tienes una foto,en el campo y de manera fugaz es una labor complicada.
ResponderEliminarMuy buen reportaje.
Saludos.
Que buen ojo tienes Jesús, como dice xurde en campo es realmente complejo.
ResponderEliminarPor aquí también son comunes, al igual que sus familiares las alondras, de las que el otro día vi como una de ellas lo pasaba mal por el ataque de un cernícalo.
Saludos